Los perfusionistas somos profesionales sanitarios titulados en Enfermería (DUE) cuyo trabajo específico es mantener y controlar la adecuada circulación de la sangre en aquellos pacientes ─tanto adultos como niños─ intervenidos por lesiones cardiocirculatorias en los cuales es necesario sustituir la función cardiaca y/o pulmonar durante la cirugía.
En definitiva, nos ocupamos de la puesta en marcha, mantenimiento y control de las Técnicas de Circulación Artificial derivadas de cualquier procedimiento médico-quirúrgico que requiera Circulación Extracorpórea (CEC). Formamos parte, asimismo, de los equipos que aplican tratamientos de quimioterapia localizada en tumores malignos y mantenemos el soporte circulatorio en pacientes sometidos a trasplante hepático y en determinadas intervenciones de neurocirugía.
Los perfusionistas españoles, pese a ser profesionales sin cuya presencia no puede realizarse ninguna cirugía cardiaca, somos los únicos del ámbito europeo cuya categoría laboral y académica no está reconocida dentro del sistema sanitario nacional. En todos los países de la Unión Europea existe una formación específica para los perfusionistas, reconocida bien como especialidad bien como carrera independiente; en España se precisa cursar un Máster que imparte la Universidad de Barcelona desde 1996 ─avalado por el Consejo Europeo de Perfusión Cardiovascular─ para ejercer la Perfusión en todo el ámbito de la UE.
Los 220 cualificados perfusionistas registrados en nuestro país completan su formación con la práctica diaria en el quirófano, el estudio, la investigación y la asistencia a cursos, jornadas y congresos, además de completar la recertificación del Board europeo cada tres años
La especialidad médico-quirúrgica contemplada en el Real Decreto de las Especialidades de Enfermería (2005) ─cajón de sastre en el cual estaría englobada el área de capacitación de Perfusión─ no sirve para corregir y aplicar lo que la razón y las necesidades sociales requieren de la Enfermería y la Medicina del siglo XXI: profesionales competentes y específicamente capacitados. Tanto es así que aún se sigue trabajando en su aplicación.
Las principales funciones clínicas de un perfusionista son:
- By-pass cardiopulmonar
- Oxigenación de membrana extracorpórea (ECMO)
- Asistencia Circulatoria
- Inducción hipotermia/hipertermia
- Técnicas de hemodilución
- Técnicas de plasmaféresis
- Monitorización Anticoagulación
- Técnicas de protección miocárdica
- Técnicas de conservación de sangre / autotransfusión
- Monitorización de constantes vitales
- Monitorización gases en sangre
- Balón intraaórtico de contrapulsación
- Técnicas de preservación de órganos
- Tratamiento de tumores, con técnicas de perfusión aislada
- Técnicas de hemofiltración/hemodiafiltración
- Tecnicas específicas de Perfusion infantil
- Parada circulatoria