Más de cien profesionales asisten a este encuentro que ha sido inaugurado por el director general de Asistencia Sanitaria de la Conselleria de Sanidad, Felix Rubial, la presidenta de la Asociación Española de Perfusionistas, Marisol García, y el presidente de la Sociedad Española de Cirugía Torácica-Cardiovascular (SECTCV), Ángel Fernández.
La Asociación Española de Perfusionistas (AEP) ha tomado como ejes de su XVIII Congreso Nacional el tema que actualmente centran el debate de la comunidad médica: las innovaciones en los dispositivos de soporte vital extracorpóreo.
Los perfusionistas son los responsables de las Técnicas de Circulación Artificial, derivadas de un procedimiento médico-quirúrgico que requiera Circulación Extracorpórea (CEC). Sin embargo, la demanda asistencial reclama cada vez con más frecuencia el uso de dispositivos de soporte vital extracorpóreo, cuyo manejo también corresponde a los perfusionistas, más allá de la cirugía cardiaca. Ya sea para estabilizar a pacientes en espera de un trasplante, para sustituir temporalmente la función cardíaca y respiratoria mientras se supera un periodo de riesgo vital o para facilitar la recuperación tras una cirugía.
El congreso, que se celebra en Santiago de Compostela con la participación de más cien profesionales de toda España, ha sido inaugurado por el director general de Asistencia Sanitaria de la Conselleria de Sanidad, Felix Rubial, que ha estado acompañado por la presidenta de la Asociación Española de Perfusionistas, Marisol García, y el presidente de la Sociedad Española de Cirugía Torácica-Cardiovascular (SECTCV), Ángel Fernández.
La celebración de este congreso se enmarca dentro de los objetivos de la AEP de mejorar la Calidad y Seguridad de los pacientes sometidos a cirugía cardiaca a través de la formación de los perfusionistas y establecer las bases para el reconocimiento profesional a nivel social e institucional de esta especialidad de enfermería.
En este sentido se ha celebrado una mesa redonda junto a la SECTCV sobre la ‘Seguridad en cirugía cardiaca” en la que se pusieron de manifiesto cuestiones como el imprescindible trabajo conjunto de todos los profesionales implicados en la cirugía cardiaca como equipos multidisciplinares o las exigencias y recomendaciones en materia de calidad de la OMS.